EL PARÁSITO. PERFIL TÓXICO
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EL PARÁSITO. PERFIL TÓXICO

Esta garrapata emocional te utilizará hasta que te saque todo lo que pueda. ¡Allá voy con sus características!

Radiografía del parásito. Cómo detectarlo

  • Quiere robarte todo lo que es importante para ti: fuerza emocional, dinero, tiempo…
  • Siempre usa el plural. Por ejemplo, dice «Es nuestro dinero», aunque no ha ingresado ni un euro en la cuenta común, o habla de «nuestros amigos» cuando en realidad son los tuyos de toda la vida y en algún momento se los presentaste.
  • Suele estar en paro o desocupado. ¡Qué casualidad que nunca encuentre trabajo o ponga pegas a todos! Para él, es más cómodo vivir de ti.
  • Las conductas parasitarias también incluyen las tareas cotidianas. El pobrecito vago no puede hacer nada por su cuenta: no pone ni una lavadora ni tampoco va a la compra. Algunos parásitos más intensos querrán hacerlo todo contigo para controlarte.
  • No suele tener muchos amigos ni es muy sociable. De vez en cuando ve a sus familiares, pero casi por obligación.
  • Lo pagas todo, es un mantenido. No le da la gana de trabajar, a pesar de que tiene dos manos y dos piernas, y goza de buena salud.
  • Es un vividor aprovechado. Lo mantenían sus padres hasta que te conoció, y luego vivirá de sus hijos.
  • Solo busca gratificaciones a corto plazo, no quiere esforzarse jamás.
  • Se hace lo que él quiere y siempre gana. Tu única ganancia es una supuesta compañía parasitaria. Unos parásitos son cariñosos y otros, ariscos.
  • No tiene empatía real. No le importan tus sentimientos ni
    cómo te hace sentir su conducta chupóptera.
  • Sus intereses son bastante básicos. Se limita a estar en casa. Para entretenerse, ve series y películas, juega a algún juego online, a la PlayStation, etc.
  • Cree que los que te rodean son parásitos como él. Te puede decir frases del tipo: «Tu familia o tus amigos se aprovechan de ti». Este mecanismo aparta el foco de él, lo pone en los demás para desviar la atención y así, de paso, te aísla poco a poco.
  • Prefieren estar solos que con gente.
  • El parásito clásico tiene dos caras: la víctima (que te manipula a través de la pena) y su verdadero ser, el trepa.

Aparte del parásito clásico que he descrito, hay otros cinco subtipos de este gilipollas:

  1. El parásito económico en casa. Es tu pareja, vive en tu
    casa gracias a tu esfuerzo.
  2. El parásito económico online. Lo has conocido por las redes y te ha hecho creer que es tu supuesto novio. De repente, un día te pide que le mandes dinero porque no tiene o te cuenta historias tristes para sacarte todo lo que pueda. Este tipo suele tener varias mujeres que lo mantienen, y así
    crea una estafa piramidal del amor. Muchas veces son perfiles falsos.
  1. El parásito poderoso. Tiene dinero, pero es muy ambicioso y para él nunca es suficiente. Si maquiavélicamente te conviertes en su elegida, es porque quiere acceder a tus contactos y acompañarte a los eventos sociales, familiares y culturales que tengas.
  1. El parásito escaparate. Solo está contigo por tu físico, porque le pareces un pibón. Eso es lo que piensa su mente superficial, por no decir otra cosa.
  2. El parásito orgásmico. Hay una clara diferencia con el metralleta sexual, que no se compromete jamás. El parásito orgásmico forma una relación de pareja contigo, pero su único objetivo es que le ofrezcas sexo y, de paso, le distraigas. Los de esta clase disimulan muy bien: cuando se acaba el enamoramiento y los fuegos artificiales del principio, se van a parasitar a otra. Como mucho, estas parejas suelen durar uno o dos años.

¿Has conocido a algún «parásito»?

Para sanar tu adicción emocional tienes que analizar en profundidad tus patrones en pareja, cómo eres y cómo te comportas. ¿Reconoces en este perfil? Puedes leer más en mi libro «Adicta a un gilipollas».

LINK: https://www.penguinlibros.com/es/familia-y-crianza/314744-libro-adicta-a-un-

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